domingo, 26 de octubre de 2008

JAGAI Y MADHAI

LA HISTORIA DE JAGAI Y MADHAI



Texto extraído del Capítulo V del
“SRI CAITANYA MANGALA”
escrito por LOCANA DASA THAKURA

Esta es una historia muy conocida y ella es relatada en varias escrituras; nosotros hemos seleccionado lo que el Sri Caitanya Mangala, nos cuenta al respecto. Este libro es un clásico bengalí del siglo dieciséis escrito por Locana Dasa Thakura, devoto éste que es muy apreciado por Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada. Por ejemplo, en el prologo de dicho libro se cuenta lo siguiente:

En 1969, después de cantar felizmente parama karuna, de Locana Dasa, Srila Prabhupada dijo: "Locana Dasa Thakura fue un gran devoto del Señor Caitanya y son casi contemporáneos. Él fue un acarya del Gaudiya Sampradaya y escribió el Caitanya Mangala, un libro muy famoso que describe las actividades del Señor Caitanya".


SRI CAITANYA MANGALA - Capítulo V
“EL TERROR DE JAGAI Y MADHAI

Ahora escuchen el otro sublime pasatiempo con el cual se borraron todos sus pecados. En Navadvipa, el Señor y Sus amados asociados tuvieron una variedad de pasatiempos trascendentales. El Señor Gauranga perdonó todas las cosas cuando estaba absorto en el éxtasis del Sankirtana.

Un día el Señor Mahaprabhu ordeno: "Lleven los Santos Nombres de Hari de casa en casa en Navadvipa y hablen a todo el mundo: ancianos, mujeres, niños, come-perros, santos y pecadores...y canten los Santos Nombres. Por esto, ellos fácilmente, erizaran el océano de la existencia material".

Los seguidores de Gaura dijeron: "Prabhu, nosotros no podemos dar los Santos Nombres a causa de los hermanos Jagai y Madhai; estos dos desagradables Brahmanas son totalmente malvados y perversos. Ellos regularmente ejecutan una ilimitada cantidad de los más desagradables vicios y actos pecaminosos. Estos despreciables e irresponsables Brahmanas eran el terror de Navadvipa. Ellos eran adictos al vino y explotaban a todas las mujeres que encontraban.

Ellos habían matado innumerables vacas, Brahmanas y mujeres. Todos los largos días ellos hacían de las suyas a la redonda en un continuo estado de embriaguez. Aunque holgazaneaban en los bancos del Ganges, ellos nunca se bañaban. Ellos nunca ejecutaban adoración a ninguna Deidad. Jagai y Madhai oprimían y castigaban a sus propios amigos y familiares. Y por último, ellos obstinadamente, odiaban el sonido de Hari-Nama Sankirtana".

Después de escuchar este horroroso informe, los ojos del Señor Gauranga se tornaron rojos de enojo, flameantes como el sol naciente; Él pensó en el interior de Su mente: "En el pasado hubo un Brahmana pecador de nombre Ajamila quien como padre alcanzó a cantar " Narayana" al tiempo de morir y por eso El consiguió un cuerpo espiritual y fue a Vaikuntha. Yo estoy preocupado, ¿Cómo harán Jagai y Madhai, quienes son enormemente más pecadores que Ajamila, para liberarse?. Yo he venido aquí para dar Hari-Nama Sankirtana con el fin de purificar y liberar a la gente de Kali-Yuga. Ahora llamaré a todo el mundo para ejecutar juntos Sankirtana en Khola y Karotala; cantando en alta voz y suavemente, Yo les llevaré de la mano en la fiesta del Sankirtana a través de las calles de Nadia".

A esa hora, Advaita Acarya, Nityananda, Haridasa, Srivasa y sus cuatro hermanos, Muran, Mukunda Datta, Gadadhara Pandita, Candrasekhara Acarya, Suklambra y muchos otros devotos venían a la casa de Gauranga y a una orden de Prabhu ellos cantaron los Santos Nombres de Krishna.


La ciudad entera de Nadia estuvo inundada con olas de felicidad y el cielo reverberaba con el sonido de: ¡Hari Bol!, ¡Hari Bol!. Hundiéndose en una embriaguez de estupor. Jagai y Madhai se durmieron sanamente en sus casas. Multitud de Puranas corrían para ver a la multitud: "La procesión de Sankirtana del Señor Gauranga". La atmósfera estaba completamente llena con una dulce música de Khala Karatalas y Mrdanga, mezclada con el ruidoso canto de Hari-Kirtana.

Como el sueño se rompía por el Kirtana, Jagai y Madhai se despertaron y dieron alaridos furiosamente: "Cójanlos, cójanlos". Jagai y Madhai, con sus ojos llenos de ira y postrados en dos bastones (clubs), ordenaron a sus sirvientes decir a los devotos que si ellos deseaban conservar la vida, tenían que parar de cantar. Los sirvientes reportaron: "Nimai Pandita, el Jagannatha Misra y muchos Brahmanas están haciendo Kirtana, usted debe decirles a ellos que se vayan lejos"

En un furioso tono, los embriagados hermanos gritaron: "¿Quién dio a ellos permiso para pasar por aquí?. Usted vaya y dígales que se alejen de aquí inmediatamente. Después ellos perderán Su casta, credo y vidas". Brahmanamente, ignorando su orden, Nimai incremento la intensidad del Kirtana, extendiendo su brazo por encima de Su cabeza y saturando el cielo con el canto de ¡Hari¡, !Hari¡, ¡Hari!".



Su tolerancia se fue y los pecaminosos hermanos desataron una tormenta afuera de su casa en loco frenesí. Con los ojos y caras enrojecidas por la ira y las mentes llameando de rabia, ellos gritaron a Gauranga: "Usted, brahmana, ¿No es atemorizado por ninguna cosa?". Ellos maldijeron al Señor con indecentes palabras. Viendo la viciosa furia del dúo demoníaco, los residentes de Nadia se llenaron de terror.

Sin afectarse, Prabhu Visvambhara Raya, Nityananda, Advaita Acarya, Haridasa, Srivasa, Muran y Mukunda continuaron el Kirtana sin detenerse. Jagai y Madhai, quienes estaban plantados en la ignorancia, llegaron enfurecidos y asidos de un bastón, atacaron la fiesta del Sankirtana; Ellos hirieron a Nityananda Prabhu con un pedazo de un pote de barro.

Viendo al señor sangrando profúsamente, los devotos gritaron: "¡Alas!, ¡Alas!". Sri Gaurahari, sintiendo tristeza en su interior dijo: "Ustedes son los más viles hombres y sus pecados tienen cubierta la tierra, ahora mire usted que ha hecho a mi desventurado asociado". El Señor Gauranga, plenamente enterado que la calamidad asaltaría la tierra si la sangre de Nitay la tocaba, cubrió la herida con su propio vestido.




Luego el Señor Gaurahari invocó su Sudarsana Cakra. La personificación del Sudarsana estuvo ante El con las manos juntas y dijo: "Mi señor, ¿Porqué Usted me ha llamado?". Sacinandara dijo: "Sudarsana, porque ellos me han ofendido golpeando a Nityananda. Ustedes morirán, Jagai y Madhai".

Instantáneamente, el Sudarsana Cakra se ubicó con rapidez alrededor de Jagai y Madhai, quienes fueron sacudidos por el temor. Viendo esto, el compasivo Nityananda lloró y dijo esto: "¿Qué hizo Bhagavan mostrando su poder?, en lugar de eso, por la misericordia, nosotros liberaremos a los caídos malandrines y pecadores del mundo. Luego nosotros mantendríamos nuestro título de "Patita Pavana", el liberador de las faltas. Pero salvando a Jagai y Madhai, seríamos conocidos como "Dina Bandhu", el amigo de los pobres. En este camino verdaderamente llenaríamos el significado del título: "Salvador de los caídos".

Nityananda luego cayó a los pies de Gauranga y dijo: "¿Por favor, puede darme esos pecadores a mí?. Mi Señor, en previas edades Usted dio muerte a los demonios, pero ahora Usted podrá otorgar su misericordia a Jagai y Madhai". Gaurahari dijo: "Todas las glorias a Usted, ¡Oh, hijo de Rohini!, Yo soy controlado por Usted. Si alguien en otro tiempo cantó el Nombre de Nityananda, él vendría purificado y Yo inmediatamente aceptaría a esa persona como Mi propiedad".




LOS PECADORES ARREPENTIDOS

Jagai y Madhai estuvieron callados y estupefactos como esperando que el Señor Gauranga y Sus asociados regresaran a sus casas. Los hermanos pensaron: "Nosotros hemos cometido muchos inolvidables pecados; Hace unos pocos minutos golpeamos en la cabeza a un Sannyasi, pero gustosamente vemos el poder de la misericordia de Mahaprabhu". Absorbidos en un estado de arrepentimiento, Jagai y Madhai corrieron hacia la casa del Señor Gauranga. La gente del pueblo de Nadia, estaba asombrada de su transformación. Estando el señor Gauranga de pie afuera de la puerta, Jagai y Madhai lo llamaron:"¡Señor!, ¡Señor!". Uno no puede creer que estas palabras estén saliendo de los dos peores bribones del mundo.

Mientras tanto, Mahaprabhu, estando sentado con Sus asociados en el interior de la casa, dijo a Muran: "Tráigame a esos dos hombres". Cuando Jagai y Madhai vieron al Señor Gauranga, cayeron tendidos a Sus pies y, llorando copiósamente, dijeron: "¡Oh, Señor!, Usted es el hermano de los caídos, y el salvador de los pecadores; Usted es el Señor de los tres mundos y su corazón se derrite de compasión viendo el dolor de los demás".

El Señor Gaurahari tocó a los hermanos y dijo: "Escuchen, Jagai y Madhai, ¿Porqué ustedes tienen que venir a Mí y porqué están llorando?. Ambos son Brahmanas caídos viniendo de una ilustre familia, así, ¿Porqué están llorando?.




Jagai y Madhai dijeron: "Nosotros nos rendimos a Usted para conseguir Su msericordia. Nosotros, en realidad, hemos cometido ilimitados pecados, hemos asesinado muchos hombres y dado muerte a muchas mujeres y vacas. Estamos llamando al infierno a una respetable familia Brahmana. Hemos matado Brahmanas, Gurus y a sus esposas. También hemos asesinado a mlecchas, yavanas, candalas y a sus esposas. Ningún cuerpo ha escapado a nuestras actuaciones asesinas. No hemos hecho otra cosa que violencia para el pueblo de todo el mundo. No hemos ejecutado ningún acto piadoso o ritual para darle placer a los Semidioses o a nuestros ancestros. El número de nuestras actividades pecaminosas excede el número de cabellos sobre nuestras cabezas, ¿Qué más podemos decir acerca de nuestros pecados?.

Todos dicen que Ajamila fue un gran pecador, pero sin duda, nosotros estamos lejos y en peor situación. Ajamila,cantó el Santo Nombre de "Narayana" y consiguió la liberación, pero en nuestro caso, Narayana no viene a rescatarnos. No tenemos absolutamente esperanza de liberarnos, ¿Cuál calificación podemos recibir de Su misericordia?".

Después de escuchar la confesión y petición de Jagai y Madhai, el Señor Gaurahari sintió mucha compasión hacia ellos y apreció su sinceridad manifestando un océano de misericordia y compasión. El señor Gauranga tomó las manos de Jagai y Madhai y los llevó al Ganges. La gente de Nadia, en multitud, veía. En presencia de muchos Brahmanas y santas personas, el Señor Gauranga, en estado de éxtasis, dijo: "Jagai y Madhai, tomaré todas sus reacciones y pecados. Vengan todos a Mí". Luego el Señor extendió Sus manos para recibir, de ellos, una hoja de Tulasi. Temblando de temor, los hermanos rehusaron dar la hoja de Tulasi. De Nuevo el Señor les dijo: "Jagai y Madhai, denme todos sus pecados". Jagai y Madhai dijeron: "¡Oh, Señor Gauranga!, por favor escuche, nosotros no podemos dar la lista del número de pecados; Nosotros somos lo más bajo de lo bajo, y estamos envueltos de pecados. Estamos muy atemorizados para dar a Usted nuestros pecados".


De los ojos de Gaurahari cayeron lágrimas cuando El dijo con tronante voz: "¡Hari Bol!". De nuevo el Señor Gauranga extendió Sus manos para aceptar sus pecados. Cautelosamente, Jagai y Madhai, colocaron una hoja de Tulasi en la palma del Señor. Un fuerte sonido de: ¡Hari Bol!, explotó desde el gentío cuando el Señor Gauranga abrazó a Jagai y Madhai.
Siempre ellos fueron los hombres más pecadores y ellos llegaron como los más afortunados. Jagai y Madhai fueron personalmente liberados por el abrazo del Señor Gauranga.

Luego Jagai y Madhai empaparon sus vestidos con abundantes lágrimas. Sus cuerpos exhibían síntomas de éxtasis como temblor, erizamiento de los cabellos y falta de voces. Luego ellos cayeron al suelo a los pies del Señor. Nadie muestra su misericordia como Mahaprabhu.

El Señor Gaurahari es un océano de compasión. Es el más grande liberador de las almas caídas. Por el toque de su Cuerpo, él liberó a Jagai y Madhai e hizo que bailaran en éxtasis. Después de contar todos los pecados de Jagai y Madhai. Visvambhara bailó eufóricamente. ¿Quién puede compararse con el Señor, quien mira desde lo alto los pecados y las faltas de otros, concediendo libremente su misericordia?.
Este pasatiempo da esperanza a Locana Dasa, quien permanece sin límite, recibiendo la misericordia del Señor Gauranga. "


ENSEÑANZA QUE NOS DEJA LA HISTORIA

Como hemos leído, Nityananda Prabhu le pidió al Señor Sri Chaitanya que aceptara a esas almas arrepentidas, y el Señor accedió con una condición: que a partir de ese momento, abandonarían toda clase de actividades pecaminosas y costumbres licenciosas. Y ambos hermanos convinieron y prometieron abandonar todos sus hábitos pecaminosos.


Esta es la bondad del Señor Sri Chaitanya Mahaprabhu. En esta época, nadie puede decir que está libre de pecado. Es imposible que alguien pueda decir eso.
Pero el Señor Krishna Chaitanya acepta toda clase de personas pecaminosas con la única condición de que prometan no entregarse más a los hábitos pecaminosos después de ser iniciadas espiritualmente por un Maestro Espiritual Genuino.


¡¡ Hare Krishna !!


Fuente Consultada:

"Curso de Introducción al Bhakti Yoga" - www.univeda.org

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